
Artur Nebe (Burghart Klaußner) Georg Elser (Christian Friedel) Heinrich Müller (Johann von Bülow)
Matar al Führer
Crítica
Según algunos historiadores, Hitler fue el objetivo de 42 tentativas de atentados, aunque, que sepamos, solo se han podido reconstruir seis intentos de acabar con la vida del genocida. Todas sin éxito, ya que como sabemos, murió en Berlín el 30 de abril de 1945 junto a Eva Braun, con la que se había casado 40 horas antes. Decidió suicidarse con cianuro.
En el cine hemos podido ver la reconstrucción de una de las tentativas que más cerca estuvieron de acabar con éxito. La llamada Operación Valquiria fue el tema central de la película de 2008 Valkyrie, protagonizada por Tom Cruise. En ella se cuenta la historia de el coronel del Estado Mayor Claus von Stauffenberg, quien el 20 de julio de 1944 consiguió colocar una bomba en el cuartel general del Führer. El artefacto estalló, pero solo logró herir levemente a Hitler.
Protegido permanentemente por las SS, la agenda de Hitler variaba sobre la marcha. En aras de su seguridad, su presencia en los lugares anunciados variaba de tiempo y de recorrido, de manera que predecir su ruta era una permanente lotería.
13 minutos… aporta claves para entender los motivos por los que la resistencia del pueblo alemán fue tan tibia: habían sido aniquilados de manera ejemplarizante.
Otro de los seis intentos documentados es el protagonizado por un joven carpintero, Johann Georg Elser (1903, Hermaringen, Alemania- 1945, campo de concentración de Dachau) . Con sus propias manos, Elser fabricó y colocó una potente bomba en la cervecería Bürgerbräukeller de Munich el 8 de noviembre de 1939, donde los grandes capos del régimen rememoraban el fallido golpe de Estado de Hitler de 1923, el Putsch de Munich. Pero la bomba estalló justo 13 minutos después de que Hitler hubiera salido del local causando una docena de muertos inocentes.
Dirigida por Oliver Hirschbiegel (El Hundimiento, 2004) y protagonizada por Christian Friedel (La cinta blanca), 13 minutos para matar a Hitler es una extraordinaria película en la que además de contarnos una historia real que de haber salido bien hubiera evitado uno de los más grandes horrores de la historia de la humanidad, aporta claves para entender los motivos por los que la resistencia del pueblo alemán fue tan tibia: habían sido aniquilados de manera ejemplarizante.
La película arranca cuando los nazis aún no han llegado al poder, pero ya se empiezan a ver sus bravuconearías en el pueblo en el que vive Elser. Vemos a un joven común que lo único que quiere es vivir en libertad, salir con chicas y tomar cervezas con sus amigos. Entre estos hay militantes del partido comunista con los que él se siente próximo, pero su alma anarquista se resiste a cualquier atadura.
El ambiente en el pueblo es de extrema pobreza y Elser y otros jóvenes como él van saltando de trabajo en trabajo. Él, de la carpintería, pasa a ser aprendiz de relojero, una ocupación que le proporciona utilísimos conocimientos para su aventura posterior.
La llegada al poder del Partido Nacionalsocialista hace que las fanfarronerías que hemos ido viendo contra la gente común en la calle pase a las agresiones salvajes contra los comunistas y contra todos aquellos que prosiguen con sus rituales religiosos. A base de detenciones y contundentes palizas, el paisaje se va transformando y de manera inconsciente (en muchos casos), la gente va asumiendo la cruz gamada y su colaboración con los nazis.
Nada subleva más a Elser que contemplar ese aumento de la tensión y la inconsciencia de sus vecinos. De manera que, en solitario procede a crear su artefacto e instalarlo en la cervecería. En la segunda parte de la película, tenemos ya a Elser torturado hasta la extenuación y confesando su hazaña. Pero la soberbia de sus carceleros y de todos los altos mandos del régimen, se niegan a asumir que un simple obrero haya podido perpetrar el atentado. Se niegan a parar hasta que confiese que los británicos están detrás de la operación. La locura y el disparate de los asesinos nazis entra en puro desenfreno. Puede que no le creyeran nunca, salvo un alto oficial que ve razonable que Elser diga la verdad, una suposición que le costará cara.
Johann Georg Elser terminó sus días en el campo de Dachau. El 5 de abril de 1945 fue ejecutado con un tiro en la nuca. Hoy, al menos 6 ciudades alemanas cuentan con monumentos en homenaje a su memoria.
Título original: Elser: Er hätte die Welt verändert (2015)
Duración 110 min.
País: Alemania
Director: Oliver Hirschbiegel
Guión: Léonie-Claire Breinersdorfer, Fred Breinersdorfer
Fotografía: Judith Kaufmann
Reparto: Christian Friedel, Katharina Schüttler, Burghart Klaußner, Johann von Bülow, Felix Eitner, David Zimmerschied, Rüdiger Klink, Simon Licht, Cornelia Köndgen, Martin Maria Abram