
Rocio Mesa photo by Clara Bellés
“En España hay una cantera de gente joven haciendo cosas increíbles”
Entrevista con Rocío Mesa y Merry Colomer, directora y co-productora de Orensanz
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Hay muchos tipos de inmigración, y muchos tipos de fuga de cerebros. Los hay que necesitan irse en busca de un futuro mejor y otros que simplemente viajan para cumplir sus sueños, para ampliar horizontes. Se podría decir que la confluencia de esas personas a quienes el planeta se les queda pequeño es el documental Orensanz, historia de un artista global que salió de Huesca y se convirtió en amo del mundo, dirigido por Rocío Mesa y co-producido por Merry Colomer, dos apasionadas que, becas andaluzas Talentia bajo el brazo, se plantaron en Estados Unidos a conquistar la meca del cine.
En Orensanz no asistimos al ensalzamiento del artista que le da nombre a la película, sino que, con un humor muy berlanguiano, somos testigos de los tira y afloja que tienen lugar entre el pueblo de Larués y él. “Entré en contacto con Ángel Orensanz trabajando para el programa Con visado de calle”, explica Rocío Mesa. “Produje unas entrevistas a cuatro artistas españoles afincados en Nueva York y uno de los artistas con los que contacté fue Orensanz”. Entre sus muchos proyectos se encuentra la fundación que lleva su nombre y que se encuentra en una sinagoga del Lower East Side neoyorquino. “Cuando fuimos a la sinagoga y le conocimos nos pareció todo muy loco, muy surrealista. Pero ahí no había una historia clara. La historia la encontré cuando descubrí que este hombre procedía de un pequeñísimo pueblo de Huesca con muy pocos habitantes. Investigando en Internet, encontré a Arturo, que además de enterrador es el bloguero”. Vivirenlarues.blogspot.com se convirtió en el catalizador de la curiosidad de la directora. “Ahí empecé la investigación y a escribir el guión, aunque al final el guión se escribe cuatro veces por lo menos. En este caso es un documental de creación con un arco en la historia. Al principio sabía perfectamente qué personajes había buscado, en qué orden los quería. Pero luego el documental empezó a tomar vida propia”.
Orensanz, una película que respira, que presenta al personaje e inmediatamente después traslada la acción a Larués, habla de muchas cosas sin parecerlo. Uno de los temas más importantes es el trato a aquel que se fue y logró conquistar el mundo pero nunca regresó. “Me interesaba mucho mostrar cómo se considera un héroe esa oveja negra que viaja, que tiene éxito, y al mismo tiempo cómo se contrapone ese sentimiento con el recelo que existe porque nunca ha vuelto, nunca les ha hecho un regalo. ¿Es la obligación del pueblo reconocerle a él su mérito, o es obligación de él tener un detalle con ellos? ¿O los dos llevan razón?”, reflexiona Mesa. “Todo en sí es un poco Berlanga. Esta gente preparando este monolito para un señor que no saben si va a venir, esta sinagoga abandonada, estos dos becarios que trabajan para él y nunca le han conocido… todo eso abre puertas a temas muy interesantes de debate. Por ejemplo Milagros, la señora que ayuda a Ángel a hacer los cojines, nunca va a exponer en una galería, pero tiene talento suficiente como para manufacturar las obras de arte de un señor que sí expone en galerías, y eso al final muestra cómo funciona el mercado del arte”. Otro de los temas presentes es la situación de los pueblos españoles: “Se nota mucho en la película el envejecimiento de las zonas rurales. Una de las señoras lo explica de forma graciosísima, listando las enfermedades de los habitantes del pueblo, pero al final lo que te está contando es que en veinte años no va a quedar nadie allí”.

Rocío Mesa y Merry Colomer photo by Clara Bellés
En un principio la película era la tesis de su máster en cine documental de la su escuela de Los Ángeles, la New York Film Academy: “La idea era un corto de veinte minutos pero cuando surgió la idea, vi que la historia daba para un largo. La escuela te proporcionaba el equipo y era una oportunidad única. Todo el mundo me dijo que estaba un poco loca pero era algo que se podía hacer”. Merry Colomer conocía a Rocío de la misma escuela en donde ella había cursado el máster de producción de cine y estaba en Los Ángeles con el visado OPT (Optional Practical Training). “Cuando me vino con la idea del proyecto de la tesis”, explica Merry, “yo ya había visto otras cosas que había hecho y me parecía que tenía una forma muy interesante y particular de contar las cosas. Me gustó mucho, así que me apunté”. “Desde Los Ángeles, Merry lo armó todo”, explica Rocío. “Ernesto Novales hizo la producción de campo. En Nueva York, Nicolás Montesinos hizo el sonido y en España una chica que se llama Ana López que, sin conocernos de nada, cogió su coche, vino a rodar a Larués sin cobrar e hizo un trabajo impecable”. Rocío aclara que todo el grupo de rodaje, cinco amigos, se convirtió en una familia. “Darío García, el director de foto, es el único junto conmigo que ha estado tanto en Nueva York como en España. Fuimos tres en Nueva York y cuatro en Huesca. Para un documental de estas características, más de cuatro es multitud. Pero por muy pequeño que sea, hace falta dinero.”, defiende. “Aunque la producción de un documental no sea cara, necesitas tiempo, y en ese tiempo tienes que comer y pagar el alquiler.”
El estreno oficial de la película fue en el Festival de cine de Sevilla en 2013. El estreno privado fue un poco antes, en Larués. “En honor a ellos”, dice Mesa. “Con alfombra roja y todo”, puntualiza Colomer. “Y los focos del coche”, añade Mesa. Poco después explican cómo algunas de las señoras se colaron en la iglesia del pueblo a robar una alfombra y extenderla ante la casa cultural para la llegada del equipo técnico y artístico, y como también situaron un automóvil con las luces apuntando a la puerta de entrada. Hubo lágrimas a granel aquella noche. Tras Sevilla, Orensanz estuvo nominado a los premios ASECAN del cine andaluz, se proyectó en la Cineteca de Madrid y la sala La Expositiva de Granada y posteriormente viajó al BAFICI argentino.
El documental vive un buen momento, ambas están de acuerdo. “Cada vez hay más realizadores arriesgando más. En España hay una cantera de gente joven haciendo cosas increíbles.”, dice Mesa. “Y eso ayuda mucho a la exposición de los trabajos, hay mas vías. Este tipo de películas no tienen cabida en la salas comerciales, ni lo van a tener, ni creo que tenga sentido. Pero deberían abrirse salas alternativas con precios más económicos, que la gente tenga acceso a este cine y que los que nos dedicamos a ello tengamos vías de distribución. Filmin está muy bien, pero no queremos sólo plataformas online, sino salas, lugares en los que se pueda crear después un diálogo en el bar”.
Orensanz fue el primer largo de Rocío pero no su primer proyecto en Estados Unidos. Ya antes había escrito y rodado los cortometrajes Almon Loos, the Rocking Barber (2011) y Traffic in LA Sucks (2011). Sin embargo ella todavía se siente directora novel. Merry Colomer se ríe mientras Rocío le hace publicidad: “Merry como productora sí que tenía más experiencia. Había trabajado en varias películas en América y ahora está en Morena Films.” Colomer tiene entre sus créditos los filmes Lost on Purpose (2013), The Amazing Spiderman (2012), Girls! Girls! Girls! (2011) o El idioma imposible (20120), y en 2012 dejó California para volver a España. Rocío sigue en Los Ángeles trabajando, una ciudad con un concepto del cine muy alejado de las películas que ella factura. “Obviamente de todo se aprende, y Los Ángeles es una ciudad donde el cine es primordial. Pero a veces me siento un perro verde, no es precisamente un lugar de inspiración para el género que yo practico. Sin embargo a veces me pregunto si me vino la idea para esta película, una historia a caballo entre Nueva York y el pueblo, precisamente por haber salido de mi entorno y reflexionar acerca de la conexión con mis raíces. Sí, probablemente fuese así”, concluye Mesa.
Orensanz se proyecta los días 4 & 5 de septiembre en Café Kino.
Podéis leer la crítica de la película aquí.
Para más información visite www.cafekino.es
Entrevista publicada originalmente en el número 14 de La Crítica: Especial Emigración en el cine.