Crítica
Al filo del mañana (2014) de Doug Liman
Por Pablo Álvarez
Hoy en día resulta difícil asistir al cine y sorprenderse por la originalidad de una película. Lo habitual es ver reformulaciones de distintos géneros y nuevas maneras de narrar historias que ya resultan arquetípicas, en las que la forma innova mucho más que el fondo. Teniendo esto en cuenta, Al filo del mañana supone una vuelta de tuerca a la idea de los viajes en el tiempo, concretamente a la repetición del mismo día en bucle que reflejó el desaparecido Harold Ramis en su magnífica Atrapado en el tiempo, a la vez que traslada a la gran pantalla la idiosincrasia y estética de videojuegos tan conocidos como Gears of War o Call of Duty. El resultado es una de las mayores sorpresas cinematográficas en lo que va de año.
Basada en la exitosa novela del escritor japonés Hiroshi Sakurazaka, la historia nos sitúa en un futuro en el que la humanidad está en guerra contra una raza de alienígenas hostiles. Un día, el comandante William Cage recibe la orden de entrar en combate en contra de su voluntad. Cuando llega al campo de batalla, se producirá un extraño fenómeno que le obligará a repetir el mismo día constantemente.
La propuesta planteada por el realizador Doug Liman (El caso Bourne) y el guionista Christopher McQuarrie (Sospechosos habituales), incluye elementos de sobra para satisfacer a los que esperen encontrarse con una película de acción y ciencia ficción, repleta de secuencias trepidantes. Pero si hay algo que sorprende por lo inesperado que resultan, son los divertidísimos instantes de humor que aparecen perfectamente dosificados a lo largo de todo el metraje y que terminan resultando lo mejor de la cinta. Al igual que sucedía con el ya mencionado film de Ramis, la película consigue resultar fresca manteniendo un excelente ritmo en todo momento, algo más valorable si cabe teniendo en cuenta que la estructura del film consiste en presentar distintas variaciones de los mismos acontecimientos una y otra vez. El director utiliza esta peculiaridad narrativa de forma inteligente, para desarrollar y profundizar en las relaciones que se establecen entre los personajes, a la vez que introduce sorprendentes giros argumentales, jugando constantemente con la percepción espacio-temporal del espectador.
En el apartado actoral encontramos a un entregadísimo Tom Cruise que vuelve a demostrar su gran profesionalidad ante cualquier proyecto que acepta abordar. El intérprete da vida a un personaje cuya imagen se distancia de la del héroe que suele aparecer en este tipo de producciones, mostrándose como un individuo cobarde y pusilánime que deberá aprender a encontrar su valor interior a lo largo de la historia. Cruise deja patente su indudable carisma, desenvolviéndose con gran soltura en las escenas de acción, demostrando una forma física envidiable pese a su edad, a la vez que da rienda a su sorprendente vis cómica. Por otro lado encontramos a Emily Blunt como la aguerrida guerrera Rita Vrataski, sirviendo como contrapunto a su compañero de reparto y representado a un tipo de mujer fuerte, que evoca a otros personajes similares vistos con anterioridad en el género, como la Teniente Ripley de Alien o la Sarah Connor de Terminator 2.
Al filo del mañana resulta la gran sorpresa cinematográfica en lo que llevamos de año para el que esto suscribe. Un excelente blockbuster que consigue atrapar al espectador desde el principio, ofreciendo un entretenimiento con grandes dosis de diversión y emoción, a la vez que plantea un guion inteligentísimo repleto de grandes momentos. Habrá que esperar a comprobar cómo afecta el paso del tiempo a la película, pero seguramente nos encontramos ante un nuevo clásico de la ciencia ficción.