Goodbye Berlin

Tschick

Por María Solá

Nunca sabemos lo que esconden los seres humanos. Aún así los queremos, y tampoco sabemos porqué. Hay veces que los vínculos se crean por un mínimo gusto común. O porque en el momento de pedir rescate, aparece alguien que también anda extraviado. Una frase en el momento justo es más potente que mil imágenes desordenadas y, a veces, la mano amiga es la risa que necesitamos para llegar a la conclusión de que todo ha sido una estupidez. Cerrar, aprender y avanzar, siempre hacia el lado de la aventura y el humor. No mirar atrás, seguir conduciendo hasta encontrar algún lugar en el que poder descansar, dormir la siesta amparado por las estrellas. Perdido de todo, cada vez más lejos de aquello que te hizo retroceder. No se aprende nada nuevo cuando uno está bien. Cuando uno está bien vive en una maravillosa consecuencia aprehendida de una lección anterior. Cuando uno está bien significa que ha aprendido pero, de todas formas, necesitamos fallar constantemente para poder estar bien. Quizá por eso queremos a otros seres humanos; porque nos hacen caminar hacia lo que merecemos.

Maik es un adolescente de 14 años con gustos, pintas e ideas complejas que ha crecido en el seno de una familia rica y disfuncional a las afueras de Berlín. Durante las vacaciones de verano ingresan a su madre en rehabilitación por alcoholismo mientras que su padre opta por irse de viaje con su jovencísima asistenta, dejándolo completamente solo. Aburrido y enfadado, nuestro protagonista se junta con su compañero de clase, Tschick; un joven inmigrante ruso. Un día este aparece ebrio y con un coche robado en la puerta de casa de Maik, dispuesto a entrar en su vida para siempre.

Goodbye Berlin (de nombre original “Tschick”) es una obra escrita por el guionista Hark Bohm y dirigida por el cineasta y escritor alemán Fatih Akin, ganador del Oso de Oro a mejor director por su película Contra la pared, también ganadora en la categoría de mejor largometraje. La película cuenta con un casting de lo más estrafalario (en el buen sentido de la palabra) entre cuyos integrantes más jóvenes podemos encontrar a Tristan Göbel, Nicole Mercedes Müller y el debutante Anand Batbileg. El film cuenta con una excelente fotografía a manos de Rainer Klausmann, sorprendentes travellings y panorámicas. Un ritmo incansable y rápido, guiado por su magnífica banda sonora y una casi perfecta dirección de arte componen una historia formidable de a penas una hora y cuarenta minutos de duración.

Una película con la que es imposible aburrirse un solo momento. Parece perfectamente hecha desde la perspectiva de un adolescente, para nada falseada. Un relato esperanzador y optimista sobre el valor, la lealtad, los sueños y los lazos que unen el amor con la amistad. Goodbye Berlin es una magnífica aventura sobre como los vínculos y conexiones humanas nos hacen avanzar y aprender valiosas lecciones.

Título original: Tschick (2016) 

Duración 93m.

País: Alemania

Director: Fatih Akin

Guión: Hark Bohm y Lars Hubrich sobre la novela de Wolfgang Herrndorf

Fotografía: Rainer Klausmann

Música: Vince Pope

Reparto: Tristan Göbel, Aniya Wendel, Justina Humpf, Paul Busche, Jerome Hirthammer,Max Kluge, Udo Samel, Anja Schneider, Nadine Dubois, Henning Peker, Uwe Bohm,Anand Batbileg, Katerina Poladjan, Sammy Scheuritzel

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