La fuerza de una mujer
Por Elios Mendieta
Hace diez años falleció Howard Hunt, espía de la CIA, quien sostuvo que detrás del asesinato de John Fitzgerald Kennedy estaba implicado el vicepresidente del Gobierno, Lyndon B. Johnson, que acabaría siendo nombrado presidente de Estados Unidos tras el asesinato de JFK. Por su parte, otros dicen que Hunt, con esta acusación, cubría al que era su director, Allen Dulles. Y otros, siguen creyendo en la vaga explicación oficial por la cual Lee Harvey Oswald, como un “lobo solitario”, acabó matando de un disparo en el cráneo al que fuera presidente norteamericano entre 1961 y 1963.
Pablo Larraín se aparta de esta polémica que tantos debates y teorías ha alimentado a lo largo de los últimos 54 años en su último trabajo, Jackie, para centrarse, en exclusiva, en la que fuera mujer del presidente y primera dama de la nación de las barras y las estrellas, Jacqueline Kennedy, y su heroísmo y la forma de afrontar la el macabro asesinato por el bien del país. Un gran trabajo, de nuevo, del chileno en su salto a Hollywood, tras obras excelente como No y, sobre todo, El club. El filme comienza con la entrevista que Jackie concedió a Theodore H. White, de la revista Life, en su casa de Massachussets, una semana después del asesinato de su marido. Desde este primer momento, y gracias a una espectacular Natalie Portman, Larraín bosqueja el retrato de una mujer poderosa, que trata de tener el control absoluto del cuestionario al que es sometido, y que trata de mostrar que, pese a la inmensidad de dolor, el deber y la responsabilidad deberían primar en un momento tan delicado.
Y así, por medio de distintos flashbacks, Larraín reconstruye los hechos. Desde el primer momento, la protagonista no refleja el típico estado de histeria que se supondría a alguien que vive tan dolorosa tragedia. Pero, pese a esto, es totalmente consciente de la gravedad de lo sucedido, y trata de transmitirlo a los estadounidenses. Nunca pretendió dar pena pero sí dejar patente el dolor, el sufrimiento, sin esconder la escala de la tragedia. Y es este el principal acierto del director chileno, que crea un personaje mayúsculo en el que triunfa la fuerza de la mujer. Ya no es “la esposa de”, sino la representante de todos los ciudadanos que sufren ante el asesinato de su trigésimo-quinto presidente. Icónica es la escena en que, en el avión donde se traslada el cadáver de Kennedy, Lyndon B. Johnson jura su cargo como nuevo presidente de los Estados Unidos, mientras ella continúa con su vestido de Chanel, lleno de sangre, y que decide no quitarse y con el que parece reclamar que no se olvide el dolor. También se muestra esta fuerza cuando decide aparecer junto con sus dos hijos frente al féretro, obviando cualquier protocolo o consejo del nuevo equipo presidencial. La película logra reflejar el poder de Jackie.
Es también cierto que Larraín se empeña en ensalzar a Abraham Lincoln como presidente que hizo grande a Estados Unidos por, entre otras cosas, abolir la esclavitud. En primer lugar, no hay que olvidar que documentales tan imprescindibles como el reciente Enmienda 13 recuerdan que la esclavitud, en su totalidad, no está ni mucho menos abolida y, en segundo término, como reconoció el propio Lincoln, que dar a los negros la libertad simplemente fue un acto para conseguir “la unión del país”, en plena y sangrante guerra de Secesión y que la famosa Proclamación de Emancipación por la que daba libertad a los esclavos -en 1863, cien años antes del asesinato de JFK- fue solo un acto político, y no humano.
Pese a lo hagiográfico de esta parte, Jackie ofrece un retrato de quien fue la primera dama de Estados Unidos entre 1961 y 1963, y lo hace con un respeto máximo, acercando la personalidad más completa y valerosa de una mujer que fue muy importante para establecer, dentro de lo que cabe, la normalidad en un momento tan delicado.
Título original: Jackie (2016)
Duración: 95 min.
País: EEUU
Director: Pablo Larraín
Guión: Noah Oppenheim
Fotografía: Stéphane Fontaine
Música: Mica Levi
Reparto: Natalie Portman, Peter Sarsgaard, Billy Crudup, John Hurt, Greta Gerwig, John Carroll Lynch, Richard E. Grant, Max Casella, Beth Grant, Caspar Phillipson, Julie Judd, Sara Verhagen, Sunnie Pelant, Hélène Kuhn, Deborah Findlay, Corey Johnson